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Cooperativismo

Jeroen Douglas, director general de l'ACI
Jeroen Douglas, director general de la ACI

«El movimiento cooperativo tal vez sea el mejor socio de la ONU para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)»

El director general de la Alianza Cooperativa Internacional habla con la Fundació Espriu desde Delhi, donde dentro de unos días tendrá lugar la cumbre del movimiento cooperativo que marcará el pistoletazo de salida del Año Internacional de las Cooperativas, previsto para 2025.

25 Noviembre 2024

Jeroen Douglas ocupa el puesto de director general de la Alianza Cooperativa Internacional desde principios de 2024. A pesar del escaso tiempo que lleva en el cargo, ya está liderando uno de los acontecimientos más importantes para el cooperativismo de este siglo: el Año Internacional de las Cooperativas, declarado por las Naciones Unidas (ONU) para 2025. Douglas tiene claras sus prioridades para este año: ampliar el movimiento cooperativo y posicionarlo como el catalizador imprescindible para un futuro sostenible.

¿Cuáles son los objetivos del Año Internacional de las Cooperativas 2025?

En noviembre de 2023, se anunció que las Naciones Unidas declararían 2025 como el segundo Año Internacional de las Cooperativas, tras el primero celebrado en 2012. Se trata de un gran acontecimiento porque sitúa las cooperativas en el centro de la atención del mundo entero. El objetivo para 2025 es mostrar al mundo que el movimiento cooperativo tal vez sea el mejor socio de las Naciones Unidas para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las cooperativas abarcan muchos sectores y abordan los 17 ODS.

En 2023, durante la evaluación intermedia de las Naciones Unidas, el secretario general informó de que, hasta la fecha, solo se había alcanzado el 17% de las metas de los ODS. Por ello, las Naciones Unidas confían en que el movimiento cooperativo contribuirá a dar un último impulso a la consecución de estos objetivos. Para mí, el Año Internacional es una oportunidad para acelerar nuestro trabajo, especialmente a medida que nos acercamos a la fecha límite de 2030 para los ODS.

El primer Año Internacional de las Cooperativas se celebró en 2012. ¿Qué resultados se había alcanzado entonces y cuáles son las expectativas para 2025?

2012 fue un gran éxito. El acto principal se celebró en Rochdale, donde empezó el movimiento cooperativo a mediados del siglo XIX. Más de 10.000 personas participaron en las celebraciones.

Sin embargo, en 2012, la mayor parte de la celebración fue interna, dirigida a la propia comunidad cooperativa. En esta ocasión, quiero que tengamos una orientación más abierta, para llegar a un mundo más amplio y demostrar el valor de las cooperativas para la sociedad en su conjunto.

¿Qué papel desempeña el cooperativismo en el mundo actual?

El cooperativismo es ahora más relevante que nunca. Las cooperativas han demostrado su resiliencia en grandes acontecimientos como las guerras mundiales y los cambios en los sistemas económicos. Sin embargo, durante el auge de la globalización neoliberal, las cooperativas quedaron relegadas a un segundo plano mientras los modelos capitalistas ganaban protagonismo.

Ahora constatamos que las promesas de ese modelo no se han realizado plenamente. Un porcentaje significativo de la población mundial sigue viviendo con unos ingresos inferiores a 20.000 dólares al año. Las cooperativas aportan un modelo económico centrado en el ser humano que podría ofrecer un camino diferente. A medida que la globalización cambia, el modelo cooperativo, que se centra en un crecimiento que va de abajo hacia arriba en vez de funcionar a través del control de arriba hacia abajo, está siendo objeto de una renovada atención.

 

Las cooperativas se basan en principios como la resiliencia, la solidaridad, la autoayuda, la inclusión y la equidad.

 

En un mundo cada vez más polarizado, ¿sigue habiendo lugar para los valores del cooperativismo?

Por supuesto que sí. Las cooperativas se basan en principios como la resiliencia, la solidaridad, la autoayuda, la inclusión y la equidad. Cualquier persona, independientemente de su sexo, edad, raza o religión, puede unirse a una cooperativa. Los principios democráticos de las cooperativas también fomentan un sentimiento de pertenencia y de comunidad.

El mundo actual se enfrenta a retos como la desigualdad, el cambio climático e incluso los conflictos. Las cooperativas pueden actuar como constructoras de la paz y demostrar un modelo alternativo de colaboración. En estos tiempos turbulentos, los valores cooperativos de comunidad y colaboración no son sólo relevantes, sino también esenciales.

¿Cómo consiguen las cooperativas ser a la vez locales y globales? ¿Cómo se puede mantener este equilibrio?

Buena observación. En efecto, las cooperativas están conectadas a nivel mundial y se nutren de una fuente común de valores centrados en el ser humano. Al mismo tiempo, priorizan la creación de comunidades sostenibles a nivel local.

Este equilibrio se enfrenta a algunas amenazas clave: la creciente desigualdad, el cambio climático disruptivo y la concentración del mercado controlado por unas pocas grandes multinacionales. Además, las cooperativas deben mantenerse fieles a sus valores y resistir las influencias que podrían desvirtuar sus principios. Promoviendo una educación de calidad, un liderazgo guiado por los valores y la participación de unos socios motivados, podemos preservar este equilibrio local-global.

¿Pueden las cooperativas ofrecer soluciones a problemas importantes como la discriminación y el cambio climático?

Son capaces de hacerlo, lo están haciendo y tienen que hacerlo. Aunque las cooperativas no puedan resolverlo todo, pueden contribuir de forma significativa, especialmente a nivel local. Por ejemplo, las cooperativas pueden promover iniciativas de energía renovable y adoptar prácticas de cero emisiones netas, potencialmente alcanzando la neutralidad de carbono para 2050, como por ejemplo el Pacto Verde Europeo.

En cuestiones sociales, las cooperativas dan prioridad a la diversidad, la equidad, la inclusión y al sentimiento de pertenencia. Acogemos a personas de todos los orígenes y, aunque hay margen de mejora, especialmente en términos de diversidad en el liderazgo, las cooperativas aspiran a ser lugares donde todos se sientan respetados y valorados.
 

Veo España como un ejemplo de cómo integrar la economía social situando las cooperativas como una pieza central
 

Su próximo congreso se celebrará en la India. ¿Por qué se eligió Delhi?

La elección se hizo antes de que yo llegara, pero tiene mucho sentido. India es el país del mundo con más cooperativas: más de 800.000 y 220 millones de socios. Para la India es un orgullo acoger por primera vez la comunidad cooperativa mundial. Y aún hay más: el lanzamiento oficial mundial del Año Internacional de las Cooperativas 2025 tendrá lugar en Delhi, posiblemente con la asistencia del primer ministro Modi.
España también cuenta con una robusta red de cooperativas. ¿Qué papel ve para España en este próximo año?

España es un líder en economía social, que se complementa con las cooperativas. El Ministerio de Asuntos Sociales español apoya firmemente las cooperativas y el sector cooperativo español está prosperando. Veo España como un ejemplo de cómo integrar la economía social situando las cooperativas como una pieza central, mostrando al mundo cómo se puede construir un modelo exitoso de economía social.


¿Cómo pueden participar otros países en el Año Internacional de las Cooperativas?

Los países pueden participar de muchas maneras, según sus particulares panoramas en materia de cooperativas. Ya hay actos previstos en lugares como Inglaterra, Suecia, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Kenia, Sudáfrica, Japón y China. El tema que los unirá será el compromiso de las cooperativas con la consecución de los ODS y la demostración de cómo pueden desempeñar un papel decisivo en el desarrollo sostenible.

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