Es difícil que no hayas oído hablar de ellas, pero puede que nunca te hayas parado a pensar exactamente qué son las cooperativas o cómo funcionan. Si sigues leyendo, despejaremos tus dudas para que comprendas qué es el cooperativismo.
Primero, definamos qué es una cooperativa. Se trata de una asociación autónoma de personas que se agrupan para desarrollar un negocio. En ellas, todos los miembros tienen el mismo poder de participación y decisiones: un miembro, un voto.
Según la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes a través de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.
Las cooperativas pueden considerarse empresas centradas en las personas; son sus trabajadores, es decir, sus miembros, quienes controlan y dirigen la organización, permitiendo responder a sus necesidades desde dentro. Las cooperativas no buscan solo un beneficio económico; igual de importante es el desarrollo social y cultural de la organización, que se gestiona con valores democráticos.
En las cooperativas, las decisiones se toman de forma democrática: un miembro, un voto.
Movimiento cooperativista
La historia del cooperativismo se remonta a 1844 en el Reino Unido, desde donde este modelo innovador se fue extendiendo por el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas, los movimientos sociales son esfuerzos conjuntos de ciudadanos, grupos y comunidades unidos por metas comunes para superar su condición, abordar problemas sociales o resistir la dominación.
Los movimientos sociales crecen de forma organizada entre las personas de forma orgánica, fomentando una cultura conjunta que se enfrenta a las normas para desafiar y promover el cambio.
Así lo hizo el movimiento cooperativista, ofreciendo una alternativa a las empresas capitalistas. Los valores del cooperativismo se han expandido por el mundo y tienen en cuenta principios como la ayuda mutua, la democracia, la equidad y la solidaridad.
Actualmente, este movimiento ha formado una comunidad con valores comunes y una misión compartida entre todos sus miembros. Prueba de ello es el impacto social que ha tenido en el mundo, promoviendo el desarrollo sostenible y reduciendo las desigualdades.
El movimiento cooperativista se ha extendido por todo el mundo, formando una comunidad con valores compartidos.
¿Cuál es el modelo de negocio de las cooperativas?
Una característica esencial de las cooperativas es su propiedad compartida, lo cual permite que las decisiones se tomen de manera democrática. Cada miembro tiene un voto, independientemente de su aportación económica, lo que promueve la igualdad y la participación en el proceso de gobernanza.
Dependiendo de su propósito, las cooperativas pueden adoptar distintos modelos de negocio. Hay cinco tipos principales de cooperativas:
- Cooperativas de trabajo: Formadas por trabajadores que se asocian para generar sus propios empleos en condiciones justas.
- Cooperativas de consumo: Integradas por consumidores que se unen para acceder a bienes o servicios en mejores condiciones.
- Cooperativas de ahorro y crédito: Ofrecen servicios financieros a sus miembros.
- Cooperativas de producción o agropecuarias: Comúnmente en el sector agrícola, donde los productores se asocian para comercializar sus productos.
- Cooperativas de vivienda: Constituidas para facilitar el acceso a la vivienda a sus miembros.
Marco legal de las cooperativas
Las cooperativas están sujetas a una legislación especial que regula su funcionamiento y define aspectos como el reparto de beneficios, la estructura de gobernanza y el régimen fiscal.
En España, la Constitución reconoce el deber de los poderes públicos de promover las cooperativas. En particular, la regulación de las cooperativas está descentralizada y pasa a las Comunidades Autónomas, por lo que existen variaciones en la normativa de cada territorio.