Qué es la economía social

Los principios de la economía social

1. Primacía de las personas sobre el capital. Las entidades de la economía social ponen a las personas y su bienestar por encima del dinero. Se gestionan de manera autónoma, transparente, democrática y participativa.
2. Distribución de beneficios. Los beneficios obtenidos se distribuyen según el trabajo y esfuerzo de los socios, o se destinan a cumplir los objetivos sociales de la empresa.
3. Promoción de la solidaridad. Se fomenta la solidaridad interna y externa, apoyando el desarrollo local, la igualdad de género, la inclusión social, la creación de empleos estables, y la conciliación entre la vida personal y laboral.
4. Independencia de los poderes públicos. Las organizaciones mantienen su autonomía respecto a los gobiernos y autoridades públicas.

La economía social en España

En España, la economía social contribuye alrededor del 10% del PIB y emplea a más de 2 millones de personas. Este sector incluye:

1. Cooperativas
2. Mutualidades
3. Fundaciones y asociaciones que lleven a cabo actividad económica
4. Sociedades laborales
5. Empresas de inserción
6. Centros especiales de empleo
7. Cofradías de pescadores
8. Sociedades agrarias de transformación
9. Entidades singulares creadas por normas específicas que se rijan por los cuatro principios mencionados

¿Por qué apostar por la economía social?

• Impacto positivo en el entorno: Las empresas de economía social crean empleo y ayudan a que las regiones crezcan, beneficiando directamente a las comunidades donde operan.
• Las personas primero: Aquí, las personas son lo más importante. Las necesidades de los miembros, su crecimiento personal y profesional, siempre están por encima de los beneficios económicos.
• Decisiones en equipo: Estas empresas funcionan de manera democrática, lo que significa que todos los miembros tienen voz en las decisiones importantes.
• Reinvertir para crecer: En lugar de repartir ganancias entre unos pocos, las empresas reinvierten sus beneficios para mejorar sus servicios y apoyar causas sociales, asegurando un desarrollo sostenible.
• Variedad de entidades: Desde cooperativas hasta fundaciones, hay muchas formas de ser parte de la economía social, pero todas comparten un mismo propósito: crear un mundo mejor para todos.