La economía social juega un papel crucial dentro de la economía española y catalana. Este sector no solo fomenta la cohesión social y el desarrollo sostenible, sino que también es un motor clave para la generación de empleo y riqueza en el país.
El sector aglutina en España a más de 43.000 empresas, emplea a más de 2,5 millones de personas y representa más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB), según datos de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES).
Las cooperativas destacan como el principal motor de la economía social en España, representando un 75,7% de las empresas del sector. En España, hay registradas sociedades cooperativas que operan en ámbitos tan diversos como la agricultura, la educación, la industria y los servicios, contribuyendo a la dinamización económica y al desarrollo local.
Le siguen las cofradías de pescadores, que desempeñan un papel esencial en el sector primario, especialmente en la gestión sostenible de los recursos marinos; las sociedades laborales, que permiten a los trabajadores convertirse en socios y participar activamente en la toma de decisiones de sus empresas; y las empresas de inserción, cuyo objetivo es integrar laboralmente a personas en situación de vulnerabilidad, promoviendo la igualdad de oportunidades y la inclusión social.
La economía social en España aglutina a 2,4 millones de personas y representa más del 10% del PIB
España, pionera en economía social
España es uno de los países propulsores de la economía social, un modelo que tiene en cuenta la inclusión y el bienestar de las personas. La construcción de este sector en España se ha realizado gracias al movimiento cooperativista, y el país aloja algunas de las mayores cooperativas del mundo.
- Las entidades de la Fundación Espriu forman el tercer grupo sanitario cooperativo del mundo.
- Mondragón es la mayor cooperativa industrial del mundo.
- También destacan otras cooperativas como Mutua Madrileña, Cofares o Consum, que se sitúan entre las 300 mayores empresas de la economía social del mundo, según la edición 2023 del Monitor Cooperativo Mundial (WCM, por sus siglas en inglés).
La economía social en España también se apoya en un marco legislativo sólido que la fomenta y protege. La Ley 5/2011 de Economía Social fue una de las primeras leyes específicas en Europa, sirviendo como referencia para otros países interesados en desarrollar este modelo económico. Además, comunidades autónomas como Cataluña, País Vasco y Andalucía han implementado políticas regionales que refuerzan el sector.
Las entidades de la Fundación Espriu forman el tercer grupo sanitario cooperativo del mundo
El futuro de la economía social
Dentro del plan de recuperación tras la pandemia del Covid-19, España ha ideado un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de la economía social.
Este proyecto incluye la creación de un Hub de Vanguardia de la economía social, un polo de referencia internacional que impulsará el sector mediante el conocimiento y la difusión internacional.
- Donostia ha sido elegida sede de este Hub, aspirando a convertirse en el centro de investigación de la economía social en el mundo.
- El centro contará con una dotación económica de 1,5 millones de euros, financiados por fondos europeos.
- Este Hub incluirá una red de intercambio de conocimientos que conectará empresas e instituciones, así como un centro de estudios donde se evaluarán las políticas públicas en economía social.
El objetivo principal será estudiar su papel en la reducción de desigualdades y la creación de un mercado laboral más inclusivo.